Categoría: Cuentos singulares
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Cuento de hadas
El hada se sentó con cuidado en el punto más alto de la colina. Suavemente, posó sus alas y su violín. Dejó que su alargada estela, radiante y etérea, reposara sobre la hierba espesa que la rodeaba. Inclinó la cabeza y cerró los párpados. Estaba muy cansada. Llevaba siglos intentando que los hombres escucharan la…
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Érase una vez
Érase una vez un corazón encerrado en una jaula maravillosa. Érase una vez un hueco en el pecho de una niña. Hubo una época en el que habitaron juntos, la niña y el corazón. Ella era feliz hasta que se miró en el espejo de los demás y, con asombro, examinó la imagen que le…
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Seis fotografías
El viejo fotógrafo pulsó por fin el disparador. La sexta foto. Media docena de instantáneas por sesión era siempre el trato. En su opinión, nadie necesitaba más. Su fama era bien conocida y personalidades del cine y de la política componían una larga lista de espera para ser captados por su cámara. Era él quien…
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Un baile intermitente
Desde su posición privilegiada, él la vio alejarse una vez más. Le invadió una nostalgia que sabía sería corta porque ella siempre volvía. Irremediablemente. Era capaz, incluso, de predecir el instante en que lo haría. Desde que recordaba, había sido así. En el momento adecuado, le buscaría de nuevo de una y mil maneras. Y,…
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Una casita frente al mar
Había una vez una pequeñísima casa a la orilla del mar. Hacía décadas, había sido un palacete importante. Pero hubo un gran incendio y solo se salvó una estancia que había formado parte del mirador del enorme salón. La nueva propietaria, una joven llamada Lena, no supo muy bien qué hacer con una ruina semejante.…
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La chica del paraguas rojo
En los días más grises y lluviosos del año, si tienes suerte, podrás descubrir por las calles de Manhattan un paraguas rojo entre la multitud. Una chica que se mezcla con la gente, escondiendo su rostro bajo la tela impermeable, mientras observa todo lo que ocurre alrededor. Su cabello largo y oscuro ondea al ritmo…
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La espera
Al caer la tarde, sin falta, ella le esperaba en el jardín, junto al estanque. Tan pronto aparecía a lo lejos la primera pista anaranjada del crepúsculo, la silueta femenina se recortaba contra la luz del sol que corría hacia el granate, antes de ocultarse por completo. Él partió en otro ocaso, con la promesa…
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El extranjero
El extranjero había llegado al límite de sus fuerzas. Los mapas le habían traicionado en su periplo por el desierto. Antes, había perdido de vista el Nilo, última referencia conocida que le quedaba. Hacía un par de días, su caballo se asustó y salió corriendo, dejándole a merced del sol y de una cantimplora ya…