Últimas noticias

El joven reportero corría como alma que lleva el diablo hacia la estación de tren, necesitaba ser el primero en llegar al sitio dónde estaban teniendo lugar los extraordinarios sucesos, según la información que había llegado a la redacción.

Hacía un mes que había entrado a trabajar en el periódico y, de momento, era poco más que el chico de los recados del veterano periodista que, a regañadientes, había tenido que dejarle un hueco en su mesa. Sin embargo, la suerte había querido que esa noche su compañero Harry terminara pronto la tarea y decidiera irse a casa (aunque todo el mundo sabía que era más que probable encontrarle en el antro de abajo, con una copa y un cigarro, hasta altas horas de la madrugada).

James pensó en avisarle, pero, en un arrebato, en vez de eso cogió su sombrero, una cámara de fotos y un bloc de notas y salió pitando hacia el foco de la noticia. Ni siguiera cayó en ponerse el abrigo y salió a la calle tan solo con su traje de corbata nuevo. Por lo visto, según testigos, por las ventanas de la Gran Terminal emergía una fuerte luz fosforescente que oscilaba de una cristalera a otra. Y la estación misma estaba iluminada desde la parte superior por otra blanca y centelleante de origen desconocido.

No había más datos. La radio no funcionaba y la televisión se había llenado de ruido y un pitido ensordecedor.

Mientras volaba por las calles empedradas y húmedas por la lluvia del día anterior, James intentaba que la máquina prestada no acabara en el suelo, cosa difícil porque la pieza redonda del flash ocupaba casi más que el propio aparato y amenazaba con desmontarse todo el tiempo.

Al lo lejos, empezó a ver el resplandor que salía por detrás del gran reloj de la fachada y cierto movimiento en el cielo. No podía creerlo… una enorme silueta que le pareció metálica estaba acercándose al edificio desde arriba, cosa que hizo que los últimos curiosos salieran corriendo despavoridos.

Pero a James el miedo no consiguió detenerle, más bien al contrario, se convenció de que era la oportunidad que estaba esperando para conseguir una primera página.

Decidió pararse un momento a recuperar el aliento. Ya estaba justo delante, a pocos metros de la entrada.

Y fue en ese preciso instante, cuando vio aparecer una sombra oscura y alargada tras el cristal, al mismo tiempo que las puertas comenzaban a abrirse.

James levantó su cámara dispuesto a conseguir la exclusiva de su vida.

Madrugada en la estación

2 respuestas a “Últimas noticias”

  1. Por favor esto es una gran comienzo de una novela, no nos dejes a los lectores así, empieza ya a escribir. Un abrazo

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    1. ¡Gracias! ¡Los personajes se me acumulan llamando a la puerta!

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