Todo el mundo sueña con ir a Nowhere, un lugar en el que cualquier cosa es posible y, sin embargo, nadie se detiene.
Personas que, desde la ventanilla del automóvil, observan ese espacio indefinido, un paisaje vacío que llenan con sus deseos, ilusiones y la búsqueda incesante de lo inalcanzable. Necesitan llegar allí pero no se atreven a descubrir qué les espera realmente.
Como un espejismo, cada cual ve cómo se van formando en el desierto las imágenes que su mente proyecta: recuerdos felices, anhelos de un futuro esperanzador. Y el presente desaparece, no es relevante en ese preciso instante.
Algunos pasan rápido para no enfrentarse a sus temores más profundos, quizá se encuentren al final de la niebla esperando para asaltarles sin tregua.
Otros, cierran los ojos, respiran hondo y dejan que la inspiración se acerque silenciosa, tocándoles levemente, pero dejando una huella permanente en su ser.
Todo el mundo sueña con ir a Nowhere pero nadie está seguro de saber volver a casa.
eltrendelucia 
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